El impulso hacia una “tercera edad digital”
Cada año son más los adultos mayores involucrados con la tecnología, pero aún existe un porcentaje importante que no tiene acceso o no cuenta con las herramientas necesarias para una sociedad cada vez más digitalizada. Hoy, es clave que los diferentes actores generen instancias para que este segmento no quede excluido de la transformación digital.
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Compras por Internet, permisos a través de Comisaría Virtual, trámites con Clave Única y reuniones con familiares por medio de videoconferencias, pasaron a ser parte de la realidad de todos los chilenos en medio del distanciamiento social que ha impuesto la pandemia. Un escenario que también dejó en evidencia que no todos los sectores socioeconómicos y los rangos etarios estaban completamente “arriba” del carro digital al que abruptamente todos los chilenos debieron subirse, siendo los adultos mayores quienes más necesitaron ayuda en este proceso.
Durante este año, este segmento dio un salto importante en ese camino, según da cuenta el estudio “Brecha en el uso de Internet: desigualdad digital en 2020” de Fundación País Digital, que mostró que el 47,7% de las personas entre 65 y 69 años es usuario de Internet, a diferencia del 30,2% que lo utilizaba en 2017. “Le han perdido el miedo a las nuevas tecnologías”, explica Mauricio Dacaret, Lead Product Owner Terminales de Entel, precisando que son ellos mismos o sus familias las que los impulsan a aprender y así “facilitar su integración y participación en la sociedad”.
¿Cómo interactúan con la tecnología? De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez de la Universidad Católica, los smartphones son el dispositivo más utilizado por los adultos mayores (43%) para llamar a otras personas (85%), enviar mensajes por WhatsApp (44%) y sacar fotos o hacer videos (38%).
Sin embargo, “sólo el 11% lo utiliza para realizar trámites por Internet”, acota el director ejecutivo de la Fundación Conecta Mayor, Eduardo Toro. Un área en donde existe un espacio de mejora, añade el ejecutivo, puntualizando que este segmento “tiene las mismas necesidades de comunicación e interacción que todas las personas, sobre todo en tiempos donde han debido enfrentar confinamientos prolongados”.
Lo que falta
En su mayoría, los adultos mayores son autónomos y capaces de aprender nuevas habilidades. Lo diferente es que “tienen ciclos de aprendizajes distintos”, observa Juan Pablo Tapia, director de Atlas Digital, pero una vez que aprenden, “ocupan todas las funcionalidades en la medida que le encuentran un valor. Además, todos los desarrollos tecnológicos se basan en un aprendizaje intuitivo para que no sea complejo y se integren más rápido a la vida cotidiana de las personas”.
Y una vez que se involucran con la tecnología, los beneficios son infinitos: mayor independencia, realizar trámites de forma online -reduciendo las salidas para evitar contagios-, y mantenerse en contacto con sus seres queridos, ejemplifica Dacaret.
Sin embargo, el alto costo económico que significa acceder al mundo digital es uno de los mayores desafíos que resolver para que los adultos mayores participen más de la tecnología. En ese sentido, Toro sostiene que gran parte de este segmento usa un smartphone heredado de sus hijos o nietos porque “incluso los modelos más sencillos, no están a su alcance con sus pensiones”. Y esto, a su vez, provoca otro impedimento: al volverse “inalcanzable”, se genera poco interés en aprender a usar la tecnología “porque no ven sus potenciales beneficios”.
Además, subraya Dacaret, “al estar menos familiarizados con el ámbito digital, están más expuestos a estafas online o phishing”, por lo que es clave educar a este grupo de usuarios en estos ámbitos, “entregando siempre información práctica y sencilla”.
Impulsar la presencia tecnológica
Según las proyecciones del INE, en el año 2035 el segmento adulto mayor será el 18,9% de la población total del país, alcanzando casi los cuatro millones de personas. El peso que este grupo tendrá, vuelve urgente la generación de iniciativas para involucrarlo en una sociedad que cada vez es más digital.
Desde el ámbito público, a inicios de 2020 el gobierno impulsó Adulto Digital, un plan de inclusión de nuevas tecnologías para adultos mayores a través de clases de alfabetización digital, con talleres en relación al uso de smartphones para que puedan hacer trámites sencillos, como la activación de su Clave Única.
En el sector privado, Entel ha elaborado videos tutoriales para que la tercera edad pueda realizar diferentes acciones desde sus teléfonos inteligentes, junto con guías sobre el uso de Internet y tecnología móvil. Mauricio Dacaret, Lead Product Owner Terminales de la empresa, comenta que en el estudio "Caracterización del adulto mayor en la era de la transformación digital", que realizaron en 2019, "constatamos que ellos se sienten activos y vigentes, lo que hace más urgente la tarea de incorporarlos en este mundo digital".
La Fundación Conecta Mayor también ha hecho esfuerzos hacia este grupo y realizó la campaña "Vamos Chilenos", logrando "recaudar fondos para apoyar por dos años a 80 mil personas, con un servicio de acompañamiento 24/7, al que acceden a través de un dispositivo móvil especialmente diseñado y con planes de datos gratuitos", explica Eduardo Toro, director ejecutivo de la Fundación.